El mundo ha cambiado muy rápido y seguirá haciéndolo al abrigo de la transformación digital.
Los dispositivos digitales e Internet son herramientas, y como tales, pueden usarse en beneficio o en contra de la educación y del desarrollo de nuestros hijos.
Entender la dimensión de esta revolución tecnológica es imprescindible para acompañar y guiar a nuestros hijos en su desarrollo social, formativo y profesional.
Los niños de hoy crecen con las tecnologías digitales de la información y la comunicación con naturalidad
Demorar el acceso de nuestros hijos a la red será crítico para su desarrollo personal y profesional. Por muchos riesgos que identifiquemos, hay que hacer el viaje.
Nuestro reto es saber cómo acompañamos a nuestros hijos en esta etapa, con las nuevas posibilidades de comunicarse y acceder a información.
Nuestros niños han nacido en la era digital, pero eso no significa que sepan hacer un buen uso de lo digital.
La expansión y el acceso masivo a la tecnología está cambiando la forma en que los niños se relacionan, se comunican y se conectan, aprenden y juegan.
Las potencialidades de la tecnología son infinitas, los riesgos evitables.
La tecnología influye en las habilidades sociales, como la comunicación e interacción entre iguales.
Es la responsabilidad de padres, educadores, y de todos nosotros: ADULTOS, facilitar la incorporación positiva de la tecnología y un buen uso de esta, para favorecer el crecimiento saludable y pleno de los niños.
Lo que nosotros como padres hacemos con la tecnología y cómo gestionamos su uso en los niños, determinará también su visión y su uso.
El niño que usa las nuevas tecnologías para divertirse, comunicarse o jugar y disfruta con dicha actividad, está haciendo un uso normal de éstas.
El tiempo y la calidad de lo que consume le niño de pantallas depende de los límites de los padres.
Hacer un USO ADECUADO de las tecnologías es tener una actitud proactiva de cómo y de qué manera las podemos utilizar.
Jugar, aprender, expresarse, comunicar y crear son las potencialidades de estos recursos. Que esto sea posible implica establecer actividades, momentos y tiempo para poder usarlas.
El niño debe conocer lo que sucede en su mundo, en el día a día, aprendiendo a ser
autónomo, a interactuar con los demás y respetarlos, debe desarrollar habilidades sociales y físicas, en definitiva, DEBE TENER TIEMPO PARA SER UN NIÑO.